




La regulación del autoconsumo por balance neto

En la actualidad, el sector de las energías renovables atraviesa una etapa de incertidumbres que deben ser resueltas. La entrada en vigor del Decreto-Ley 1/2012 supuso la paralización, por tiempo indefinido, de la asignación de tarifas de inyección a red, que era el sistema de fomento de las energías renovables existente hasta la fecha en España. En el caso de la energía solar fotovoltaica, el balance neto se postula como una seria alternativa que debe ser estudiada. En estos momentos, la carencia de una legislación estable a largo plazo sobre el balance neto nos sitúa en un panorama de indefinición que no resulta beneficioso para ningún actor. La administración está desarrollando el marco regulatorio que establecerá las reglas de juego en el terreno del balance neto durante los próximos años. Antes de analizar diferentes modelos existentes en Europa y Estados Unidos y las experiencias de estos países, es necesario definir qué entendemos por este concepto.
El concepto
Con autoconsumo nos referimos a aquel usuario que genera en su propia residencia o edificación la mayor parte de la energía eléctrica que consume, gracias a las fuentes de energías renovables. La estacionalidad y la irregularidad de algunos recursos renovables, como el viento o la luz solar, provocan que, en ocasiones, no toda la energía producida se autoconsuma instantáneamente. En ese caso, la energía excedentaria que el usuario inyecte en la red generará un crédito que el consumidor podrá recuperar en periodos posteriores. En aquellos periodos de facturación con saldo neto de energía importada (es decir, cuando hemos producido menos de lo que hemos consumido), si existen saldos de energía exportada anteriores, se deberían compensar.
Estado actual de las energías renovables
Es innegable que el sector de las energías renovables, fundamentalmente eólicas y fotovoltaicas, ha supuesto un significativo impulso en empleo y ahorro de emisiones en España. Para hacer frente a la dependencia energética española, necesitamos un mix energético equilibrado que dé respuesta a las necesidades de nuestro país. En este sentido, el abanico de posibilidades que abre el autoconsumo debe ser tenido en cuenta y es asimismo preciso valorar en su justa importancia el hecho de que los hogares se conviertan en centros de generación de energía y que puedan balancear su demanda entre la generación dentro del mismo y el recurso a las compañías eléctricas.
Una ley que rompa trabas y haga posible el éxito de la FV y la minieólica
El real decreto-ley considera el autoconsumo como una parte del sistema global de gestión de la demanda que no supone contraprestación económica. También concede derechos al productor particular por la energía excedente que no consume, dando lugar al balance neto. La clave es, por tanto, legislar de tal manera que se minimicen las barreras existentes y se establezcan mecanismos de simplificación de procesos administrativos. El éxito de este sistema a través de la generación fotovoltaica y minieólica depende de esto.
Ventajas del autoconsumo por balance neto
Una de las consideraciones a tener en cuenta es que el modelo de generación distribuida, generalmente de pequeña potencia, se integra en la red como un elemento de eficiencia, de producción y de gestión y no tan solo como una simple conexión para la entrega de energía. El balance neto no supone ningún coste para el sistema eléctrico, sino que el consumidor obtiene ahorro energético, mayor eficiencia energética gracias a la generación distribuida y permite reducir la dependencia energética y el impacto medioambiental.
Sin límite de potencia
Los retos que debemos afrontar radican en la exención de peajes; permitir el balance neto compartido sin límite de potencia (en el borrador a cien kilovatios); e incentivar fiscalmente a los consumidores que quieran adherirse al modelo de balance neto. El debate continúa vivo entre todos los actores del sector de las energías renovables. Será positivo evaluar el funcionamiento de algunos modelos de autoconsumo, como el de Alemania o el de California, en Estados Unidos.
El caso alemán
Alemania fue uno de los primeros países en apreciar las bondades del autoconsumo. Por eso, allí disfrutan de un sistema de net metering muy favorable al consumidor. Alemania prima el exceso de
producción y, además, el hecho de consumir lo que uno mismo produce ya constituye en sí mismo un ahorro para el consumidor. Ese país ha sido pionero a la hora de generar incentivos a nivel nacional para que cada hogar pueda aportar a la red nacional el exceso de electricidad generada con paneles solares. Las estadísticas indican que a finales de 2010 Alemania contaba con 860.000 instalaciones en techos de casas, fábricas y establecimientos rurales.
El gobierno alemán instó a las compañías eléctricas a comprar la electricidad proveniente de fuentes renovables con una tarifa especial, que, desde el año 2000, permite al usuario calcular el rendimiento de su instalación a veinte años vista. En Alemania, cada persona puede generar su propia electricidad y estar segura de que, si la quiere vender a la red, alguien se la comprará. A quienes desean hacerlo desde su hogar, se les instala dos medidores: uno cuenta la electricidad que se suministra a la red y otro mide el consumo desde la red. En la factura final se descuenta del consumo lo que se haya inyectado de energía renovable.
Este modelo de tarifas feed-in predeterminadas por un largo plazo garantizado es el sistema más favorable porque le da seguridad al generador y no hacen falta contratos individuales a negociar entre el generador y el comprador. En el sistema de remuneración alemán siempre hay transportistas en determinadas áreas que deben comprar energía renovable a tarifas más altas que en otras zonas donde se genera menos electricidad renovable.
Para que no existan diferentes precios según la zona, existe un mecanismo de compensación, clave para el desarrollo de las energías renovables bajo un sistema con acceso prioritario a la red y con remuneración de tarifas fijas. Próximamente, entrará en vigor una nueva regulación que obligará a que cada instalación fotovoltaica consuma un 20% de la energía que produzca. En el caso de que la venda toda a la red, sólo recibirá el 80% de la retribución.
El modelo americano
California constituye otro de los claros ejemplos de autoconsumo. En 2011, 47 de los 51 estados de los Estados Unidos ya contaban con net metering, siendo el de California el más antiguo, 1996, y el que más éxito ha tenido. La potencia acogida en California en 2008 fue de 386 MW. Un 95% de los cuales, 365 MW, correspondió a energía fotovoltaica. En este estado existe un límite de potencia de un megavatio, pero otros estados tienden a incrementarlo hasta dos megavatios o más. Los principales tipos de usuarios se encuentran en los sectores comercial, industrial, residencial y agrícola.
En California, la energía excedente FV se inyecta a la red y el usuario sólo paga la diferencia entre la energía extraída y la inyectada. En este sistema, el valor de la energía FV inyectada a la red genera un crédito de consumo cuyo valor es igual al precio minorista de la electricidad. Otra de las características destacables es que las utilities asumen el coste del sistema de net metering pero lo repercuten directamente en el conjunto de consumidores de electricidad. La compañía eléctrica asume el coste causado por la energía inyectada a red por los usuarios del sistema de net metering y asumen también los costes asociados al incremento de la carga administrativa.
Conclusión
El análisis de estos dos modelos de autoconsumo mediante el mecanismo de balance neto implantados en Alemania y California nos permite visualizar cómo el autoconsumo ha ido avanzando a diferentes velocidades en estos territorios. Centrándonos en el caso español, y valorando la riqueza de los recursos renovables que posee España, la futura legislación sobre autoconsumo deberá ser capaz de aunar los intereses de consumidores y generadores y, en definitiva, de todos los actores implicados en el sector de las energías renovables. Las ventajas del modelo son incuestionables. Artículo de Raquel Espada.
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